mujer sosteniendo a su hijo en una zona llena de gente

¿TE PREOCUPA LA COVID-19?

El coronavirus está causando gran pánico en varias partes del mundo y quizá preguntes cuándo terminará todo.

El nuevo virus parece ser el centro de atención de todos los noticieros, pero incluso en el peor de los casos, puedes tener paz. ¿Cómo puede ser posible cuando, a diario, las estadísticas aterradoras dominan los titulares?

La confianza es la cura para calmar nuestros temores, pero ¿en qué y en quién confiar? ¿Quién puede ser lo suficientemente fuerte, sabio y bueno para que puedas confiarle tu vida?

Dios es el único. Dios te creó y te ama más de lo que puedes imaginar. Él conoce tus dudas y temores y se preocupa por ti. La Biblia, donde encontramos las palabras de Dios para nosotros, dice: “Pongan todas tus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes” (1 Pedro 5:7).

Eso significa entregarle a Dios tus angustias e incertidumbres, pues él quiere que te sientas seguro en él. Para poder sentir ese tipo de protección, primero debes tener una relación con él. Y sabes, él proveyó el camino.

El amor de Dios es tan grande que envió a Jesucristo para salvarte de la separación eterna, y te ha brindado una forma de estar con él para siempre.

Es recomendable protegerse contra este brote de enfermedad. Pero, al mismo tiempo, no te dejes consumir por la ansiedad. En la Biblia, Jesús nos pregunta: “¿Y quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida?” (Mateo 6:27).

Los problemas y el sufrimiento siempre existirán, pero puedes tener paz en tu corazón sabiendo que tu futuro está a salvo en las manos de Dios. ¿Estás dispuesto a poner tu confianza en él hoy?

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Paso 1 – El propósito de Dios: la paz y la vida

Dios te ama y quiere que experimentes la paz y la vida eterna. La Biblia dice: “Tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo”. —Romanos 5:1 “Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna”. —Juan 3:16 “Yo [Jesús] he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia”. —Juan 10:10 Entonces, ¿qué nos impide tener la vida que Dios ha planeado para nosotros?

Paso 2 - El problema: nuestra separación de Dios

Dios nos creó a su imagen y semejanza. Nos dio una voluntad y la libertad de elegir; nosotros elegimos desobedecer a Dios y seguir nuestros propios deseos. Esto se llama pecado y nos separa de Dios. La Biblia dice: “Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios”. —Romanos 3:23 “Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor”. —Romanos 6:23 Nuestra elección de pecar nos separa de Dios. La gente ha intentado muchas formas de acercarse a Dios para eliminar este distanciamiento. La Biblia dice: “Hay caminos que al hombre le parecen rectos, pero que acaban por ser caminos de muerte”. —Proverbios 14:12 “Son las iniquidades de ustedes las que los separan de su Dios. Son estos pecados los que lo llevan a ocultar su rostro para no escuchar”. —Isaías 59:2 No hay puente que pueda llevarnos a Dios... excepto uno.

Paso 3 - El puente de Dios: la Cruz

Jesucristo murió en la cruz y resucitó de la muerte. Al hacerlo, pagó la pena por nuestro pecado y tendió un puente entre nosotros y Dios. La Biblia dice: “Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”. —1 Timoteo 2:5 “Porque Cristo murió por los pecados una vez por todas, el justo por los injustos, a fin de llevarlos a ustedes a Dios”. —1 Pedro 3:18 Dios ha proporcionado el único camino de vuelta a Él. Y tú debes elegir si quieres tomar ese camino.

Paso 4 - Nuestra respuesta: recibir a Cristo

Debemos confiar y recibir a Jesucristo como Señor y Salvador. La Biblia dice: “Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios”. —Juan 1:12 “Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo”. —Romanos 10:9 ¿De qué lado estás? ¿Con Cristo o sin Él? He aquí cómo puedes aceptar a Cristo en tu vida: Te sugerimos que ores de la siguiente forma para aceptar a Cristo como tu Salvador:
 

“Querido Dios: Sé que soy un pecador y te pido perdón. Creo que Jesucristo es Tu Hijo. Creo que Él murió por mis pecados y que Tú lo resucitaste. Quiero confiar en Él como mi Salvador y seguirle como Señor desde este día en adelante. Guía mi vida y ayúdame a hacer tu voluntad.Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén”.

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