¿Quién es Jesús?
Jesucristo fue más que un hombre o un gran maestro o una figura histórica. La Biblia dice que Él es el Hijo de Dios. El nombre Cristo significa «el ungido».
Aunque Jesús fue hombre, jamás cometió un pecado durante su vida en la tierra. Él es el único hombre que ha vivido sin pecado. Sus enemigos intentaron muchas veces encontrar pecado en Él, pero no tuvieron éxito.
Jesús vivió una vida humilde. No buscó fama ni recibió honores especiales de la gente. Al nacer fue puesto en un pesebre y fue criado en un pueblo pequeño en Nazaret donde aprendió el oficio de la carpintería. Por eso le llaman Jesús de Nazaret.
Cuando Jesús comenzó su ministerio terrenal, escogió a un grupo de pescadores y gente cotidiana para que fueran sus seguidores. Él camino por la tierra como cualquier otra persona. Él fue uno de nosotros.
Jesús vivió entre nosotros para que pudiéramos ver a Dios con nuestros ojos, tocarlo con nuestras manos, hablarle con nuestros labios, escucharlo con nuestros oídos, y vivir con Él en nuestro mundo. Él hizo todo esto para que aprendiéramos a ser como Él, el Hijo de Dios.
De la misma manera, nosotros podemos ser hijos de Dios. Jesús nos ha enseñado cómo vivir, amar, reír, y cómo ser aceptados delante los ojos de Dios, nuestro padre.
Pero Jesús fue más allá de esto.
Jesús vino a la tierra más de 2000 mil años atrás para salvarnos de los pecados que nos separan de Dios. Él mismo tuvo el poder y fue capaz de restaurarnos a Dios. Por eso le llaman el Cristo, porque es el ungido de Dios. Al morir en la cruz, Jesús pagó el precio de nuestros pecados e hizo un camino para que vivamos con Dios por siempre. Él murió por nosotros por su propia cuenta.
Creemos en su promesa de vida eterna porque resucitó de entre los muertos y está vivo hoy. Él quiere ser tu salvador y amigo fiel.
Comienza tu nueva vida con Jesús ahora.
Paso 1 – El propósito de Dios: la paz y la vida
Paso 2 - El problema: nuestra separación de Dios
Paso 3 - El puente de Dios: la Cruz
Paso 4 - Nuestra respuesta: recibir a Cristo
- Admite tu necesidad. (Soy un pecador).
- Decide en tu corazón apartarte de tus pecados. (Arrepiéntete).
- Cree que Jesucristo murió por ti en la cruz y resucitó de la muerte. (Sé salvo por la fe).
- Ora a Dios con tus propias palabras e invita a Jesucristo a controlar tu vida por medio del Espíritu Santo. (Recíbelo como Señor y Salvador).
“Querido Dios: Sé que soy un pecador y te pido perdón. Creo que Jesucristo es Tu Hijo. Creo que Él murió por mis pecados y que Tú lo resucitaste. Quiero confiar en Él como mi Salvador y seguirle como Señor desde este día en adelante. Guía mi vida y ayúdame a hacer tu voluntad.Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén”.
¿Oraste para recibir a Jesucristo y comenzar una relación con Él?