¿Quién es responsable por la muerte de Jesús?
La historia de la crucifixión de Jesús es algo que intriga a mucha gente, y son muchos los documentales, excavaciones de artefactos e investigaciones que salen a la luz cada año, especialmente cuando se acerca la Pascua.
Quizás a ti también te interesa conocer de Jesús, su vida, muerte, sepultura y resurrección, y te fascina la idea de un hombre divino que se levantó de entre los muertos. Tal vez te has preguntado quién lo mató.
La respuesta se encuentra en la Biblia, y es una respuesta que puede cambiar tu vida para siempre.
Posiblemente has oído hablar de Poncio Pilato, el gobernador romano de Israel que condenó a muerte a Jesús a pesar de no tener pruebas en su contra (Mateo 27: 22-26). También de los líderes religiosos que querían matar a Jesús porque Él afirmó ser el Mesías, el Salvador del mundo, y no se sometía a sus leyes (Juan 5:18). Luego está el famoso Judas Iscariote quién traicionó a Jesús, entregándolo en manos de las personas que querían crucificarle (Lucas 22: 3-6).
Sin embargo, no podemos colocar la responsabilidad de la muerte de Jesucristo en una sola persona o un grupo de personas. En realidad fue nuestro pecado—todas las cosas que hacemos en contra de la ley de Dios—que hizo que su sacrificio fuera necesario. En última instancia, el plan divino de Dios fue que su Hijo Jesús muriera en la cruz, y todo sucedió tal como él lo había dispuesto.
Jesús fue enviado por Dios a vivir en la tierra entre pecadores como nosotros para evidenciar la necesidad de un Salvador: alguien que nos salvara de nuestros pecados.
Jesús sabía que le iban a matar. Incluso le advirtió a sus discípulos de antemano, diciendo: “… el Hijo del hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas. Lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen; pero al tercer día resucitará” (Mateo 20: 18-19).
Jesús sacrificó voluntariamente su vida. Permaneció en la cruz para demostrar el amor de Dios por nosotros. Luego, demostró el verdadero poder de Dios al levantarse de entre los muertos tres días después para declarar su victoria sobre la muerte, tal como lo había dicho.
Dios nos ama y no quiere que seamos envenenados y atrapados por el pecado; lo cual nos separa de Él y lleva a la muerte espiritual, el infierno y juicio. Es por eso que él vino desde el cielo en la persona de Jesús para borrar todos los pecados de la humanidad con un solo acto: morir en la cruz. Gracias a su sacrificio podemos ser libres de nuestro pecado y de la muerte que acarrea.
No es necesario acusar a los que creemos responsable por la muerte de Jesús. Lo importante es poner tu atención en Jesús, quién sabía que tendría que morir y permitió que sucediera a causa de su amor por nosotros.
Hoy por hoy, Jesús está vivo y te ama más de lo que te puedes imaginar. ¿Estás dispuesto a aceptar su amor y perdón?
Paso 1 – El propósito de Dios: la paz y la vida
Paso 2 - El problema: nuestra separación de Dios
Paso 3 - El puente de Dios: la Cruz
Paso 4 - Nuestra respuesta: recibir a Cristo
- Admite tu necesidad. (Soy un pecador).
- Decide en tu corazón apartarte de tus pecados. (Arrepiéntete).
- Cree que Jesucristo murió por ti en la cruz y resucitó de la muerte. (Sé salvo por la fe).
- Ora a Dios con tus propias palabras e invita a Jesucristo a controlar tu vida por medio del Espíritu Santo. (Recíbelo como Señor y Salvador).
“Querido Dios: Sé que soy un pecador y te pido perdón. Creo que Jesucristo es Tu Hijo. Creo que Él murió por mis pecados y que Tú lo resucitaste. Quiero confiar en Él como mi Salvador y seguirle como Señor desde este día en adelante. Guía mi vida y ayúdame a hacer tu voluntad.Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén”.
¿Oraste para recibir a Jesucristo y comenzar una relación con Él?