¿Qué Tiene Que Ver La Pascua Contigo?

¿Qué te viene a la mente cuando piensas en la Pascua?

Sean cual sean las imágenes que te lleguen a la mente, la verdad es que la Pascua es mucho mayor de lo que podemos comprender. Es una historia de redención y victoria. Es el día en que celebramos que  Jesucristo se levantó de entre los muertos.

Pero, ¿qué tiene eso que ver contigo? ¿Y por qué es importante?

Pascua es la diferencia entre la vida y la muerte. Sin Pascua, no tenemos esperanza.

La razón principal por la que Jesucristo vino a la tierra fue para salvarnos de la muerte y darnos la oportunidad de una nueva vida con él. Ves, es que todos somos pecadores; es decir, ninguno de nosotros alcanza el ideal divino. El castigo del pecado es la muerte, y no la muerte sólo física, sino la muerte espiritual o separación eterna de Dios.

Sin embargo, Dios nos ama y buscó la manera de que podamos acercarnos a él. Eso es a través de Jesús, quien estuvo dispuesto a morir una muerte agonizante en la cruz para pagar el precio por nuestros pecados y crear un puente entre nosotros y Dios. Él murió en nuestro lugar; en tu lugar.

Pero este no es el fin: Jesús venció la muerte al resucitar a los tres días. Ese glorioso día es lo que llamamos Pascua – el día en que los lazos del pecado perdieron su poder, vencidos ante la máxima expresión de amor de Jesucristo por nosotros. Porque él vive, tú también puedes vivir para siempre con él en el cielo.

Si permites que Jesús sea parte de tu vida, ya no estarás condenado a la muerte espiritual. Tendrás la esperanza, no sólo para vida eterna con Jesús, pero también para hoy; para una vida llena del propósito y la dirección de parte de Dios.

Entonces, ¿qué tiene que ver la Pascua contigo? Todo. ¿Qué vas a elegir hoy en día: una vida con Cristo o sin él?
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Paso 1 – El propósito de Dios: la paz y la vida

Dios te ama y quiere que experimentes la paz y la vida eterna. La Biblia dice: “Tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo”. —Romanos 5:1 “Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna”. —Juan 3:16 “Yo [Jesús] he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia”. —Juan 10:10 Entonces, ¿qué nos impide tener la vida que Dios ha planeado para nosotros?

Paso 2 - El problema: nuestra separación de Dios

Dios nos creó a su imagen y semejanza. Nos dio una voluntad y la libertad de elegir; nosotros elegimos desobedecer a Dios y seguir nuestros propios deseos. Esto se llama pecado y nos separa de Dios. La Biblia dice: “Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios”. —Romanos 3:23 “Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor”. —Romanos 6:23 Nuestra elección de pecar nos separa de Dios. La gente ha intentado muchas formas de acercarse a Dios para eliminar este distanciamiento. La Biblia dice: “Hay caminos que al hombre le parecen rectos, pero que acaban por ser caminos de muerte”. —Proverbios 14:12 “Son las iniquidades de ustedes las que los separan de su Dios. Son estos pecados los que lo llevan a ocultar su rostro para no escuchar”. —Isaías 59:2 No hay puente que pueda llevarnos a Dios... excepto uno.

Paso 3 - El puente de Dios: la Cruz

Jesucristo murió en la cruz y resucitó de la muerte. Al hacerlo, pagó la pena por nuestro pecado y tendió un puente entre nosotros y Dios. La Biblia dice: “Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”. —1 Timoteo 2:5 “Porque Cristo murió por los pecados una vez por todas, el justo por los injustos, a fin de llevarlos a ustedes a Dios”. —1 Pedro 3:18 Dios ha proporcionado el único camino de vuelta a Él. Y tú debes elegir si quieres tomar ese camino.

Paso 4 - Nuestra respuesta: recibir a Cristo

Debemos confiar y recibir a Jesucristo como Señor y Salvador. La Biblia dice: “Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios”. —Juan 1:12 “Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo”. —Romanos 10:9 ¿De qué lado estás? ¿Con Cristo o sin Él? He aquí cómo puedes aceptar a Cristo en tu vida: Te sugerimos que ores de la siguiente forma para aceptar a Cristo como tu Salvador:
 

“Querido Dios: Sé que soy un pecador y te pido perdón. Creo que Jesucristo es Tu Hijo. Creo que Él murió por mis pecados y que Tú lo resucitaste. Quiero confiar en Él como mi Salvador y seguirle como Señor desde este día en adelante. Guía mi vida y ayúdame a hacer tu voluntad.Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén”.

¿Oraste para recibir a Jesucristo y comenzar una relación con Él?

¿Cómo te gustaría conversar con nosotros?