¿Es Jesús el único camino al cielo?
Mucha gente dice que para llegar al cielo sólo hay que ser buena persona y tratar bien a los demás. Otros dicen que basta con guardar los diez mandamientos. También hay algunos que creen que todo el mundo terminará en el cielo porque Dios es demasiado amoroso para condenar la gente al infierno.
Con tantos puntos de vista conflictivos sobre qué es el cielo y cómo llegar allí, una cosa sí es cierta: no todos tienen la razón así como tampoco todos los caminos conducen al mismo lugar. Pero encontramos una respuesta clara en la vida de Jesús.
Jesús vino del cielo a un mundo lleno de maldad. La Biblia dice: “En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. … Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo” (Juan 1: 4, 9). Jesús fue Dios encarnado: siendo tanto humano como divino. Cuando Jesús estuvo en la tierra, la gente le llamaba “Mesías” que quiere decir “El Ungido” porque Él fue enviado para salvar al mundo.
Él logró su misión al morir en la cruz para pagar el precio por nuestros pecados. Pero Él no permaneció muerto. A los tres días Él volvió a la vida y se presentó ante testigos para demostrar su resurrección antes de regresar al cielo.
Jesús es el único que murió y resucitó por nosotros para darnos vida eterna con Él en el cielo. El mismo Jesús lo dijo de esta manera: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14: 6). Fíjate que en su declaración no menciona nuestras buenas obras como asistir a la iglesia o tener un buen carácter. Todas estas cosas agradan a Dios pero la salvación sólo se logra través de Jesucristo. Él nos dice: “Y todo aquel que cree en mí, no morirá eternamente” (Juan 11:26).
Hoy en día, ante los mucho problemas mundiales que aparentan ser insuperables, y oscuras y amenazantes situaciones, vemos el resplandor de Aquel que abiertamente proclamó: “Yo soy la luz del mundo” (Juan 8:12).
Jesús es el único camino al cielo. ¿Estás dispuesto a creer en Él hoy?
Paso 1 – El propósito de Dios: la paz y la vida
Paso 2 - El problema: nuestra separación de Dios
Paso 3 - El puente de Dios: la Cruz
Paso 4 - Nuestra respuesta: recibir a Cristo
- Admite tu necesidad. (Soy un pecador).
- Decide en tu corazón apartarte de tus pecados. (Arrepiéntete).
- Cree que Jesucristo murió por ti en la cruz y resucitó de la muerte. (Sé salvo por la fe).
- Ora a Dios con tus propias palabras e invita a Jesucristo a controlar tu vida por medio del Espíritu Santo. (Recíbelo como Señor y Salvador).
“Querido Dios: Sé que soy un pecador y te pido perdón. Creo que Jesucristo es Tu Hijo. Creo que Él murió por mis pecados y que Tú lo resucitaste. Quiero confiar en Él como mi Salvador y seguirle como Señor desde este día en adelante. Guía mi vida y ayúdame a hacer tu voluntad.Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén”.
¿Oraste para recibir a Jesucristo y comenzar una relación con Él?