¿Por qué Dios permite el sufrimiento?
Lamentablemente, no hay una respuesta fácil acerca de por qué existe tanto sufrimiento en el mundo. ¿Por qué Dios permite que algunas personas pasen por más dolor que otros?
La Biblia dice que solo podemos ver parte de la respuesta ahora, pero cuando Jesús regrese en su gloria, todo será revelado. “Ahora vemos de manera indirecta y velada, como en un espejo; pero entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de manera imperfecta, pero entonces conoceré tal y como soy conocido” (1 Corintios 13:12, NVI).
A Dios le importa tu sufrimiento porque sabe qué significa sufrir. Dios alcanzó al mundo por medio de su hijo Jesucristo, quien sufrió una muerte violenta en la cruz. Su muerte fue injusta, debido a que nunca había cometido un delito. Jesús era perfecto y no merecía morir, sin embargo, fue Él quien decidió tomar nuestro lugar.
La Biblia dice que Jesús fue “despreciado y rechazado por los hombres, varón de dolores, hecho para el sufrimiento” (Isaías 53:3). Nadie entenderá jamás el sufrimiento que Jesús vivió cuando cargó todos los pecados del mundo. Él eligió dar su vida porque nos ama y deseaba hacer todo para darnos perdón y restaurar nuestra relación con Dios.
Dios no te ha abandonado. Él está presente en medio de tu dolor. Cuando confías en Jesucristo como tu señor y salvador, puedes asegurar que nada en este mundo, ni siquiera el sufrimiento, puede separarte de la bondad y el amor de Dios.
La Biblia promete que: “Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor ” (Romanos 8:38-39).
Todo puede cambiar cuando pones tu enfoque en Jesús y no en tu situación. Abre tu corazón y dale gracias por haberte amado tanto que fue a la cruz por ti. Entonces, entenderás por qué la Biblia dice: “Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas?” (Romanos 8:31-32).
Busca a Jesús. Él quiere ayudarte en medio de tu sufrimiento.
Paso 1 – El propósito de Dios: la paz y la vida
Paso 2 - El problema: nuestra separación de Dios
Paso 3 - El puente de Dios: la Cruz
Paso 4 - Nuestra respuesta: recibir a Cristo
- Admite tu necesidad. (Soy un pecador).
- Decide en tu corazón apartarte de tus pecados. (Arrepiéntete).
- Cree que Jesucristo murió por ti en la cruz y resucitó de la muerte. (Sé salvo por la fe).
- Ora a Dios con tus propias palabras e invita a Jesucristo a controlar tu vida por medio del Espíritu Santo. (Recíbelo como Señor y Salvador).
“Querido Dios: Sé que soy un pecador y te pido perdón. Creo que Jesucristo es Tu Hijo. Creo que Él murió por mis pecados y que Tú lo resucitaste. Quiero confiar en Él como mi Salvador y seguirle como Señor desde este día en adelante. Guía mi vida y ayúdame a hacer tu voluntad.Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén”.
¿Oraste para recibir a Jesucristo y comenzar una relación con Él?