Cómo ser una buena madre
Ser madre es un gran privilegio pero no siempre es fácil. Es una labor gratificante y agotadora, y sobre todo es una responsabilidad y una oportunidad para glorificar a Dios con tu vida.
Aquí compartirnos 5 consejos para ayudarte a ser la madre que Dios desea:
1. Demuéstrales cuánto los amas. La dicha de ser madre es un regalo de Dios y debemos apreciarlo a pesar de las exigencias que representa para ti y tu marido. Parte de nuestra responsabilidad es enseñarles el buen camino. La Biblia dice: “Hijo mío…no abandones la enseñanza de tu madre” (Proverbios 6:20).
2. Aprende a decir “no”. El amor también se demuestra con un “no” cuando es debido. Saber disciplinar sin ira en el momento apropiado es de gran importancia. Pero asegúrate de estar en acuerdo con tu marido; los niños son muy hábiles y a veces provocan enfrentamientos entre los padres. Siempre es más fácil ceder a los caprichos de los hijos y hasta parecer una demostración de cariño pero en realidad crea problemas y más dificultades en el futuro.
3. Sé fiel. Pon a Jesucristo en el centro de tu familia y tu vida. Ora y lee la Biblia diariamente con tus hijos. Recuerda que gracias al cuidado maternal de María, “Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y los hombres” (Lucas 2:52). Asiste a una iglesia donde puedas aprender, adorar y servir a Dios, y deja que tus hijos vean a Jesucristo reflejado en tu matrimonio al orar con tu esposo. El mejor regalo que le puedes dar a tus hijos es Jesucristo: enseñarles que Él los ama y quiere ayudarles a ser en el tipo de persona que él desean que sean.
4. Acepta la misión. Hay una razón por la que Dios te dio tus hijos. Lo hizo porque él sabía que necesitaban el amor y la orientación que sólo las madres pueden dar. La Biblia dice: “Herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre” (Salmo 127: 3).
5. Perdónate a ti misma. Los errores son inevitables. No eres perfecta y no tiene nada de malo que tus hijos lo sepan. Pero manejar tus flaquezas de manera correcta. Pídeles perdón, y también pídele a Dios que te perdone.
Paso 1 – El propósito de Dios: la paz y la vida
Paso 2 - El problema: nuestra separación de Dios
Paso 3 - El puente de Dios: la Cruz
Paso 4 - Nuestra respuesta: recibir a Cristo
- Admite tu necesidad. (Soy un pecador).
- Decide en tu corazón apartarte de tus pecados. (Arrepiéntete).
- Cree que Jesucristo murió por ti en la cruz y resucitó de la muerte. (Sé salvo por la fe).
- Ora a Dios con tus propias palabras e invita a Jesucristo a controlar tu vida por medio del Espíritu Santo. (Recíbelo como Señor y Salvador).
“Querido Dios: Sé que soy un pecador y te pido perdón. Creo que Jesucristo es Tu Hijo. Creo que Él murió por mis pecados y que Tú lo resucitaste. Quiero confiar en Él como mi Salvador y seguirle como Señor desde este día en adelante. Guía mi vida y ayúdame a hacer tu voluntad.Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén”.
¿Oraste para recibir a Jesucristo y comenzar una relación con Él?